La ESB dispone de una Política propia de Compliance Penal, que recoge una forma de trabajar basada en un comportamiento ético, fundamentada en valores y principios comunes que permiten prevenir y evitar de forma activa cualquier comportamiento inadecuado o conducta que pueda ser constitutiva de delito.
De esta forma, la Política de Compliance Penal complementa al Código Ético de la ESB que, junto con otras políticas ya existentes, refuerzan el sistema de cumplimiento actual. Impulsa una cultura de ética e integridad y de tolerancia cero, respecto de los riesgos penales, y forma parte del cuerpo normativo de la ESB, destinado a prevenir, detectar y responder frente a cualquier conducta delictiva que pudiera comportar responsabilidad penal para la persona jurídica.